Thursday, April 29, 2010

Bibliografia del diario

Blankton, Casey. “Narrating Self and Other: A Historical Overview.” Travel Writing: The Self and the World. Routledge Publications. New York. 1995: 1-29. Print.

Dixie, Florence. “Una Lady en la Patagonia.” Mujeres en Viaje. Extra Alfaguara. Buenos Aires, Argentina. 2000: 113-125. Print.

Glaser, Elton. “Hydra and Hybrid: Travel Writing as a Genre.” North Dakota Quarterly. University of North Dakota Press. North Dakota. 1991: 48-53. Print.

Araujo, Nara. “Maria Nugent (Chapter III & IV).” Viajeras al Caribe. Casa de las Americas. Ciudad de la Habana, Cuba. 1983: 57-77. Print.

Pratt, Mary Louise. “Reinventing America II: The Capitalist Vanguard and the Exploraties Sociales.” Imperial Eyes: Travel Writing and Tranculturation. Routledge Publications. New York, NY. 1992: 144-171. Print.

Sepúlveda, Luis. Patagonia Express. Fabulas Tusquets Editores. Barcelona, España. 2009: 1- 178. Print.

Siscar, Cristina. La Siberia. Mondadori. 2003: 11-95. Print.

Claribel Alegria

Carlos Mejis Godoy

Wednesday, April 28, 2010

Reflexión número 2

La ida y la vuelta en La Siberia y Patagonia Express

Hay una idea en la literatura que llama “Bildungsroman.” En una crítica sobre el género del Bildungsroman, Marianne Hirsch Gottfried lo describe así: “the organic unfolding as a totality of human capacities by the contact with the worldly experiential powers, a process which results in an accommodation to those powers” (122). En La Siberia por Cristina Siscar se tiene algunos europeos que quieren ver La Patagonia como es un paisaje exótico. Son extranjeros en un paisaje extraño, y su propósito es familiarizarse con el mundo extraño con su contacto con La Patagonia. Igualmente, en Patagonia Express por Luis Sepúlveda, pero casi no es el mismo. En Patagonia Express Sepúlveda – el narrador de la autobiografía – es un hombre chileno y hombre indígena de La Patagonia. Sin embargo, él sigue la estructura de un Bildungsroman porque su novela contiene “a totality of human capacities” (Gottfried 122). Los dos textos son textos humanos que exponen a los personajes para familiarizarse con La Patagonia – por eso, los dos textos son textos del género Bildungsroman.

Se empieza con La Siberia para decir que la novelita es una que da el complacimiento a los extranjeros europeos. El aspecto más importante del Bildungsroman en la descripción de Gottfried es la idea de que deba ser “organic unfolding as a totality of human capacities” (122). Si no hay desarrollo orgánico, pues, no hay un Bildungsroman. El Bildungsroman necesita tener el inicio, y el fin. En muchos casos hay una ida y una vuelta, pero no lo es en el caso de La Siberia. En el caso de La Siberia sólo hay una ida, y el trauma de la novelita es que los extranjeros no pueden regresar. Se puede decir que la vuelta en la novelita es el deseo dequedarse en La Patagonia. La Siberia se comienza con los europeos, sin nombres, en “el ómnibus pintado de color naranja” (Siscar 15). El ómnibus se representa como el espacio del extranjero. Es la descripción entre los extranjeros y los de La Patagonia. Entonces, se puede decir que los del ómnibus quieren separarse de la tierra. En otras palabras, la ida de los extranjeros empieza la aventura con una descripción de ellos y La Patagonia. Este símbolo se extiende cuando Siscar dice “dentro de una cáscara naranja” (19). El ómnibus llega a ser la seguridad entre los extranjeros y la tierra a explorar.

Sin embargo, los extranjeros no se quedan como extranjeros. Se puede ver que los extranjeros, muy lentamente, llegan a mirar La Patagonia como algo real en lugar de algo exótico. Esta acción se ocurre cuando salen su seguridad. Durante su viaje en el “abismo negro” (Siscar 45) llegan a ser “una sola cosa, en la que ellos se fundían como pura conciencia, sin cuerpo... estaba donde deseaba estar” (45). El viaje de la conciencia es la meta de la novela Bildungsroman. La vuelta de los personajes se construye con una consciencia cambiada que entra su el espacio conocido y sin cambios. Con esta idea, si es europea, llega a ser un extranjero en su propio país europeo. Es decir que “una cama grande, para toda la familia” (Siscar 44) y “chiquitos sucios, llenos de mocos, apenas cubiertos con una manta deshilachada” (44) llegan a ser más familiar en la mirada de los extranjeros en contraste con los chiquitos limpios y las mantas nuevas. Como dice Casey Blankton en “Narrating Self and Other: A Historical Overview,” los viajeros quieren cambiar “the foreign into familiar terms” (1)

Además, el cambio de la conciencia no es algo muy rápido. Si la novela Bildungsroman quiere parecerse como un desarrollo orgánico, el cambio de conciencia no puede ser al instante. En La Siberia, el cambio de los extranjeros se puede comparar con las ventanillas del ómnibus. En su ensayo “Hydra and Hybrid: Travel Writing as a Genre,” Elton Glaser escribe que la literatura de los viajes:

is like looking through a train window at dusk, that moment when our own reflection is superimposed on the world outside the glass, and suddenly object and subject exist at the same time on the same plane, the perceived and the perceiver a single intelligence in an eerie rapprochment. (51)

Muy lentamente los viajeros llegan a superponerse la tierra. En el medio de la novelita, Siscar escribe, “De pronto, todo me parece tan artificial, la vida fuera de aquí” (57). La narradora lo dice durante el “atardecer” (57) cuando se puede verse como una sombra en la ventanilla. En este momento, los viajeros están en el camino de vuelta. El paisaje teórico llega a ser un paisaje real. Además, cuando se quedan con los piqueteros, los extranjeros llegan a ser los indígenas de La Patagonia y crean una novelita Bildungsroman.

Ocurre lo mismo en la novela Patagonia Express. La diferencia entre los dos textos es que Patagonia Express empieza con la vuelta – la razón de la ida es para que Sépulveda puede mejorar su comprensión de la vuelta. Mejor dicho, Sepúlveda ya sabe la meta de su viaje, pero la meta sólo es una sin la razón. Por supuesto, Sepúlveda entiende que el libro Así se templó el acero, uno sobre un joven que se situá en ruso durante la revolución, inspira las ideas comunistas en su vida – con la colaboración de los sentimientos de su “Tata” (18) – sin embargo, no entiende el comunismo en la vida real. Otra vez, se puede ver en los textos de Bildungsroman hay una relación entre la vida real y la vida teórica. En cierto sentido, la realidad de la novela crea la sentimentalidad. Por eso, la sentimentalidad crea la humanidad del libro. Sin la humanidad, o sea, “organic unfolding as a totality of human capacities” (122), no es posible que Sepúlveda puede encontrar su vuelta. No obstante, Sepúlveda trabaja para aclarar las mentiras con su estilo mentiroso. Es decir que Sepúlveda emplea los retratos de unas personas de La Patagonia para exponerlas a la vida real. Por ejemplo, pueden ser guerreros cultos como Margarito (34) y el lector puede ver la esperanza de una gente como los que esperan “el verdadero Patagonia Express” (139). La meta de Sepúlveda, lo que le ayuda a la vuelta, es exponer la psicología e historias de la gente de La Patagonia. Después de que Sepúlveda entienda su meta, puede regresar a su pasado: su Tata. Cuando llegue a Martos, inmediatamente Sepúlveda “se fue llenado con las detalles faciales de [su] abuelo” (168). La vuelta se acentúa cuando llega a la casa de su anciano, y se da cuenta “que por fin se había cerrado el círculo, pues me encontraba en el punto de partida del viaje empezado por mi abuelo” (178). Al inicio de la novela, las metas de Sepúlveda son las de su abuelo, pero al fin las metas son suyas. Por eso, Sepúlveda “cierra el círculo”: crea la ida y la vuelta.

A causa de las estructuras de los textos La Siberia y Patagonia Express como las de la ida y la vuelta de una conciencia humana, se puede decir que los dos son textos del Bildungsroman. Claramente son textos diferentes en referencia a los personajes. Los de La Siberia son extranjeros en un país que les parece exótico. Sin embargo, es el cambio de la conciencia que crea la ida y la vuelta. En primer lugar los extranjeros eran así: turistas sin la comprensión de La Patagonia, pero, su viaje crean la descripción entre la vida real y la vida teórica. Llegan a ser una gente progresista que pueden familiarizarse con la tierra, y llegan a una comprensión de “the organic unfolding as a totality of human capacities” (Gottfried 122). Es lo mismo en Patagonia Express pero muestra un impacto más intímo. Para Sepúlveda, se quiere exponer a la gente de La Patagonia. Sí puede entenderla, puede regresar a la meta de su abuelo con una comprensión

completamente hueva. Sepúlveda no es un extranjero fisicamente, pero es un extranjero mentalmente. Para llegar a la comprensión de lo humano como lo entiende su abuelo, necesita tener la habilidad de entender la esperanzas de la gente, y la psicología de la tierra en total. Sin embargo, los dos textos trabajan juntos para dar una comprensión que la vida es una cadena de cambios, y los cambios se hacen a causa de la gente que la crea. Así es el Bildungsroman.

Bibliografía

Blankton, Casey. “Narrating Self and Other: A Historical Overview.” Travel Writing: The Self and the World. Routledge Publications. New York. 1995: 1-29. Print.

Glaser, Elton. “Hydra and Hybrid: Travel Writing as a Genre.” North Dakota Quarterly. University of North Dakota Press. North Dakota. 1991: 48-53. Print.

Gottfried, Marianne Hirsch. “Defining Bildungsroman as a Genre.” PMLA. Modern Language Association. 1976: 122-123. Print.

Sepúlveda, Luis. Patagonia Express. Fabulas Tusquets Editores. Barcelona, España. 2009: 1- 178. Print.

Siscar, Cristina. La Siberia. Mondadori. 2003: 11-95. Print.

Escritura creativa número 3

Al principio hubo cinco, no obstante los tres siguieron después. Fue la Ciudad Celestial de la que huían, y eran los cinco: Raúl, el líder, Juana, la mente detrás de la operación, Angélica, la navegadora, Francisco, un borracho y Simón, la fuerza y la mano derecha de Raúl.

La idea empezó cuando Raúl le dijo al grupo - Hay demasiada dulzura aquí en la Ciudad Celestial. Toda la gente, cada día, me pregunta ‘puede hace algo para ti, necesitas algo, lo he hecho para ti, etcétera, etcétera.’ Oigo que hay una tierra más oscura al sudeste.

- ¿Es demasiada oscura? – Juana le dijo – No lo quiero si es una tierra de la muerte…

- O estás conmigo o estás contra mí – Raúl le dijo – ¿cuál quieres, Juana? O alguien, de hecho ¿cuál quieren?

El grupo se quedó en silencio. Nadie quería hablar en contra de Raúl porque todos querían salir la tierra tan pronto como los otros. Y, por eso, el viaje empezó.

Después de planear el viaje, ellos recogían sus macutos, con la comida, la ropa que pudiera caber, y las herramientas que eran fundamentales. Entonces, empezaron el viaje con mucha aprensión y mucha emoción.

Tan pronto como el grupo empezó el viaje, la aprensión desapareció. Se encontraron en las Montañas Deliciosas, y se sentían que el viaje iba a ser muy fácil. Durante su viaje por las montañas, el único obstáculo que necesitaban hacer fue comerlas. Eran como magdalenas, y lo que pareció como la nieve sólo fue el glaseado. Al final del viaje por las montañas, el grupo tuvo los estómagos llenos y necesitaban tomar una siesta y luego empezaron el viaje otra vez. Después de pasar por el Monte del Inocente, encontraron la Llanura de la Tranquilidad. Y la que gente estaba por allí. Era una gente muy agradable, pero muy práctica también. A Juana la Llanura de la Tranquilidad le pareció la tierra más agradable. A ella, todo le parecía tan mesurado: la gente, la cultura, el espacio y las interacciones; la gente se sentó y jugaba a las cartas mientras que los niños jugaban al partido de fútbol. Sólo una persona le preguntó cómo estaba, pero fue a causa del hecho que esa persona en la Ciudad Celestial vivió anteriormente. Sin embargo, con motivo de la pregunta, Raúl les dijo que necesitaba menos dulzura que la de la Llanura de Tranquilidad.

- No – Juana le dijo – quiero que nos quedemos aquí. La gente es muy agradable aquí, no están llenos de dulzura como en La Ciudad Celestial.

En seguida, Raúl levantó la mano y le dio a Juana un golpe en el medio de la calle como un golpe decisivo. Todo paró a excepción de los de la ciudad. El grupo le miraba como si fuera un fantasma.

- Juana – le dijo Francisco por los eructos llenos del olor alcohólico – ¿estás bien?

- Sí, está bien, Francisco – Raúl le contestó mientras que Simón le impidió tocarla – y nadie lo dio ayuda... ¿óiganme?

El grupo dio el consentimiento para la pregunta. Juana se levantaba con la ansiedad de una presa, pero se estableció a los pies. Los otros siguieron Raúl para buscar una habitación mientras que Angélica se quedó con Juana.

- Soy la navegadora – Angélica comenzó.

- Sí, yo sé – Juana le contestó.

- Más tarde en nuestro viaje, hay una ciénaga. Antes de que le encontremos, voy a fingir que estamos perdidos y sugeriré que Raúl y Simón deba buscar otra ruta en la dirección de la ciénaga, mientras que regresamos tú, Francisco y yo a La Llanura de la Tranquilidad.

Pasaron la noche en silencio. Nadie miraba, pero nadie estaba durmiéndose. Juana se quedó con los pensamientos de matar a Raúl, mientras que Raúl estaba pensando sobre su meta; Angélica estaba pensando en el plan de la navegación y Simón estaba perdido en los pensamientos de su lealtad a Raúl. Y durante todos los pensamientos del grupo, Francisco se sentó en su cama con su botella de aguamiel de este año: 1411.

A la madrugadaa Raúl lo despertó el grupo para prepararlo para el día. Primeramente, Raúl quería salir porque el grupo era demasiado lento, pero se dio cuenta de que necesitaba la navegadora para llegar a su destino. De repente, Raúl se quedó. Pero el viaje continuó, y el grupo marchó hacia la Montaña de la Destrucción.

Los de La Llanura de la Tranquilidad no reconocieron que el grupo salió. Sólo estaba preocupados.

A cada paso que debe el grupo, el cielo se oscurecía. El relámpago llenaba el cielo oscuro y las colinas estaban creciendo a la mansión de Dios (si hubiera una mansión de Dios en este país). Por las sombras estuvieron los ojos de animales salvajes, como dos luces en el primer plano de la oscuridad. De cada dirección el grupo oyó los gruñidos, pero nadie sabía de dónde se venían.

Simón murmuró un gimoteo, pero la única persona que pudo oírlo fue Francisco, el borracho.

El grupo siguió por una mitad de las montañas, pero de pronto un animal salvaje se le apareció enfrente del grupo. Simón dio un chillido mientras que Raúl sacó su cuchilla y se preparó para luchar contra el animal. Los dos, hombre y animal, se establecieron en la tierra, los ojos se cerraron con una fuerza sin igual. El animal pareció listo para atacarlo, hasta que Simón empezó a correr y el animal lo persiguió.

- Vámonos – Raúl afirmó.

- ¿Salimos sin Simón? ¿Estás loco? - Juana le preguntó.

Raúl se quedó en silencio y empezó a caminar otra vez. De repente, el grupo lo siguió.

El sol nunca se mostraba durante el viaje por la Montañas de la Destrucción. Sólo estaba lo oscuro. Cuando llegó a la Colina de la Dificultad Angélica empezó a perder su dirección. Ella empezó a decir que su brújula estaba loca y que no funcionaba correctamente. Raúl la tomó y le dijo – sólo un hombre debe usar la tecnología – en realidad, no pensaba cómo usar una brújula; él se la devolvió sin saber que funcionaba perfectamente.

Antes de llegar el grupo a la ciénaga, Angélica fingía que la brújula estaba rota. En ese momento, Raúl no quería mirarla porque, en su mente, sabía que no entendía nada de cómo funcionar una brújula. Entonces, la tomó Angélica con él mientras que Francisco y Juana se fueron a otra dirección para buscar el camino correcto. Afortunadamente, Raúl se caminó el camino que se dirigía a la ciénaga, y cuando la encontraron los dos, Angélica lo empujó en la ciénaga. Raúl estaba suplicándole en la ciénaga, pero los cuerpos muertos se reanimaron y lo tomó en el agua para siempre. Por fin, Angélica se rió y se fue para encontrar a Juana y Francisco.

Cuando se encontraron, las tres decidieron que querían regresar a La Llanura de Tranquilidad para pasar un tiempo cómodos. Juana estuvo de acuerdo y Francisco igualmente. Y sin quejas ni gemidos, el grupo se fue a la Llanura de Tranquilidad donde pasó el tiempo tan cómodos hasta los últimos días de sus vidas.

FIN

Escritura creativa número 4

Un viaje a mi casa

Cuando estaba en el colegio tenía un vecino un año menor. Era un hombre muy leal y pasábamos mucho tiempo junto. Sin embargo, había una vez faltó el autobús que tomábamos a nuestras casas. Mi madre siempre me decía que nunca debía caminar a la casa del colegio. No obstante, con mi vecino y compañero Cameron, caminamos de nuestras casas al colegio.

Había muchos obstáculos. El primer obstáculo era la calle. Mi madre me decía que la más peligrosa parte del camino a la casa era la calle. Había muchos coches que manejaban por las calles con una velocidad de 45 millas por hora. Pero fuimos por la calle para llegar al otro lado en una zona residencial. Ese estrecho fue lo más fácil de cruzar. Sólo necesitamos caminar en la calle que tuvo dos coches manejándose. También, no tenía miedo de los ladrones ni los asesinos porque hacía sol y había muchas casas que nos rodeaban. Pero el obstáculo que me daba miedo era el bosque.

El bosque se situaba al lado de la playa. Todavía no entiendo por qué hay una playa allí, porque el agua no es agua dulce, es muy grotesca con muchas malas hierbas y un bosque que al lado y una zona residencial, pero, quizás, la razón sea a causa de la zona residencial. Sin embargo, cruzamos la playa y encontramos el bosque. El bosque tenía mucha agua y demasiado barro. En la mitad del bosque había una valla que se debíamos saltar. En este momento decidimos que debíamos subirla. La decisión fue lo que tenía más razón porque al otro lado había menos barro. Sin embargo, después de la valla se situaba el laberinto.

El laberinto estaba compuesto de tablones en el agua que se extendieron a diferentes extremos del bosque. Si tomamos el camino incorrecto, necesitábamos volver sobre nuestros pasos. Lo bueno fue que había un escultista. Sabía las direcciones de norte, este, oeste y sur. Había muchas veces en que tenía miedo de perderme, pero encontrábamos el lugar en el fin. Cuando salimos del bosque, nos encontramos en otra zona residencial. Antes de dar muchos pasos por otra calle, estuvimos en la casa de Cameron. Cuando llegamos, pude decir adiós a mi amigo y mi compañero de viaje.

Regresé a mi casa solo, con mis pensamientos. Mi madre todavía estaba en su trabajo y mi padre también. Pero, mi viaje significó la primera vez que hice algo yo mismo. Fue la primera vez que rechacé el aviso de mi madre. Y ese viaje fue la primera vez que pude ser hombre.

Reflexion 1

Las dos viajeras argentinas

¿Por qué la mirada del hombre parece como la voz del mundo? En los textos de las viajeras, Florence Dixie y Lina Beck-Bernard, tratan de arreglar la mirada para dar voz a las mujeres – las mujeres que no tenían una voz bajo la mirada de los hombres. Dixie y Beck-Bernard llegan sus propios países con las perspectivas de mujeres, como si ellas hubieran pensado que hay demasiadas miradas viriles. Y es así. Durante sus viajes, los hombres siempre han buscado la fama, el dinero, y en sus propias miradas han visto a los otros hombres indígenas como las voces de la comunidad. Pero la meta de las dos es mostrar que las mujeres tienen sus propios lugares en el mundo, que tienen poder y placer. Se puede decir que la meta de las dos es encontrar una “feminotopía” (Pratt 166) para las mujeres indígenas (o criollas). Según Mary Louise Pratt, la feminotopía se representa como “episodes that present idealized worlds of female autonomy, empowerment, and pleasure” (167). En los textos de Dixie y Beck-Bernard, no hay autonomía, pero hay casos del poder y placer en las vidas de las mujeres. Entonces, es posible que la meta de las dos autoras sea dar la voz a las mujeres para darles más poder y más placer. Cuando las autores puedan dar la voz a las mujeres la feminotopía se da en presencia en el espacio del texto, pero no en la realidad.

La mirada de Dixie es una que da voz a las mujeres indígenas en la Patagonia. Claro, Dixie, con su mirada colonizada, representa a las mujeres como salvajes pero, a pesar de esto, Dixie todavía les da su propia voz. En primer paso Dixie dice que al llegar al campamento indígena, “había hombres y mujeres que observaban” (116). Lo más importante es la referencia a las mujeres al lado de los hombres. Dixie no sólo dice que había hombres, sino también había mujeres que tienen el poder para establecerse al lado de los hombres. Para Dixie, los hombres y las mujeres están juntos y son iguales en el espacio del texto. Además, Dixie describe a las mujeres así como describe a los hombres. Su comparación entre el hombre y la mujer es igual también. Se refiere a los hombres cuando dice, “yo podía observar su apariencia general” (118) y sigue con una descripción de las mujeres: “Las mujeres eran en su mayoría una estatura de estatura mediana” (118). Luego Dixie explica la ropa de los indígenas y entonces ella describe enfoca a la ropa de la mujer “como los hombres, pero no usan chiripá; en su lugar llevan una especie de bata amplia bajo la capa de guanaco que se atan al cuellos con un broche de plata (119). El vestido de las mujeres es muy diferente al de los hombres y es evidente que el texto quiere especificarlo. Por eso, es muy importante que Dixie les dé un espacio a las mujeres para apoyar su propio poder. Y es el poder de las mujeres que hace el texto uno de la feminotopía.

Además, la lengua de Dixie se hace muy igual con respecto a las mujeres como las yuxtaposiciones de los hombres. Si explica a los hombres, explica a las mujeres igualmente. Dice “los hombres están maldecidos o bendecidos por ese espíritu indolente. Las mujeres son trabajadoras incansables” (119). Pero sigue esta cita con más de una explicación de la mujer: “Cuando no están ocupadas en el trabajo ordinario de la casa, hacen capas de guanaco, tejen cintas y vinchas multicolores para el pelo y moldean herramientas y utensilios de plata” (119). Claro, las actividades de las mujeres no son actividades de poder, pero la presencia de las mujeres en el texto les da más poder que a los hombres. La voz de las mujeres es poderosa en comparación con la del hombre. Sí, es un paso pequeño, pero la mujer de la feminotopía necesita avanzar lentamente de la roca que es el hombre. Y porque la feminotopía no es una gran parte de la cultura, se parece como una esperanza en la escritura de Dixie más que una realidad. Sin embargo, la idea de feminotopía en el texto (y en la mente de Dixie) es ubicua. Por ejemplo, Dixie les racionaliza las vidas de las mujeres cuando dice:

aunque son tratadas injustamente en cuestiones de trabajo, las mujeres no pueden quejarse de ninguna manera de la devoción que les muestran sus hombres. Los matrimonios son ocasiones sumamente solemnes y el lazo matrimonial es muy respetado. Marido y mujer se muestran mucho afecto en público, y ambos adoran a sus hijos y los malcrían a gusto (119)

Tomando esta cita en consideración, Dixie quiere realizarse el lugar de las mujeres en el mundo de los hombres. La cita da ejemplo al consuelo que los hombres les da – por su trabajo, los hombres son leales y les cuidan los hijos. Además, los hombres no tienen la vergüenza de estar con sus esposas. La ausencia de vergüenza parece que el hombre trata a la mujer como su igual cuando “muestran mucho afecto en público,” o sea, en público, la mujer no es una cosa al hombre, pero es un alma y una persona que puede respirar y interactuar con él. Otra vez, la mujer tiene más placer, y es otro paso hacia una feminotopía.

En el texto de Beck-Bernard, su opinión es igual. Quiere que la mujer criolla tenga su propia voz. El texto es dedicado a las mujeres: es una explicación de sus vidas, de sus educaciones; de sus vestidos y de sus días típicos. Lo explica, “la mujer criolla se levanta muy temprano para asistir a misa y aprovechar el aire fresco” (66). Además, explica sus vidas durante el 25 de mayo, o sea, “el aniversario de la emancipación argentina” (70). Beck-Bernard obsesiona sobre la belleza de las mujeres (71) y sus propios vestidos. También, acentúa las “mujeres viejas” (65). Dice, “sentadas en la veranda, lían sobre sus rodillas hojas de ese tobaco dorado... hacen enormes cigarros y se ponen a fumar” (65). La imagen es una que es muy común a lo que dice Flora Tristán en el ensayo de Pratt, “They come and go as they please, keep their names after marriage, wear men's jewelry, gamble, smoke...” (187). Las mujeres en el texto de Beck-Bernard están muy lejos, no se preocupan de la tarea habitual y, además, fuman los cigarros. Por los temas de las mujeres como individuos, Beck-Bernard le da voz a las mujeres para darles el poder que se atribuya a la feminotopía.

Sin embargo, hay un contraste entre mujeres libres (las que pueden fumar el cigarro) y las mujeres de la religión que son esclavas de los líderes (hombres poderosos) de la iglesia. Beck-Bernard explica un pasaje sobre una mujer “pobrísima” (75) que explica a que los sacerdotes “les disgustan a causa de sus riquezas” (75). La mujer pide al sacerdote ayuda, pero el sacerdote “luego cerrando sus dos manos con fuerza” (75). En los casos de la religión, no hay feminotopía. Los sacerdotes son hombres que se agradan si hay una mujer muy pobre. Le dan el dinero, se agradan en el dinero, y las mujeres caen como víctimas frente de los sacerdotes. Pero la comparación entre las mujeres libres y las religiosas se sirve como una yuxtaposición muy importante. La vida de las mujeres libres, las que pueden asistir los festivales y las que pueden fumar los cigarros, están más cerca de una feminotopía con su poder y placer – y en este texto una insinuación de autonomía. Pero la religiosas son marionetas en las manos de los hombres poderosos. Las mujeres libres pueden vivir en el aire libre, mientras que las religiosas esperan para la mano graciosa de los hombres. Esta yuxtaposición trabaja para exponer que hay varias mujeres que tienen una vida más igual con la vida de la feminotopía.

Por fin, Dixie y Beck-Bernard ofrecer voz prominente a las mujeres, y a causa de esto, ellas crean una feminotopía en sus propios textos. Sin embargo, las dos autoras no pueden encontrar una feminotopía pura en la vida real. Dixie puede exponer las vidas de las mujeres indígenas y crea una feminotopía en su texto. Por otro lado, Beck-Bernard tiene más éxito en su trabajo. Beck-Bernard puede encontrar las mujeres más libres, y ellas están meas cerca de una feminotopía. Esto estás más apoyado con las religiosas que están situados en las manos de los sacerdotes (hombres poderosos). Tienen la meta de robar el dinero de las mujeres y las mantienen pobres. Es paradójico que las mujeres sean subordinadas durante este tiempo. Los hombres no tienen razón con su mirada injustificada. Sin embargo, gracias a Dixie y Beck-Bernard, las mujeres empezaron con unas voces pequeñas y, hoy en día, las voces han tenido el tiempo de crecer. Ojalá que las voces puedan quedarse en crecimiento.

Nicaragua!

Sunday, April 25, 2010

Día 42

All the lives we could live,

All the people we will never know,

Never will be,

They are everywhere.

That is what the world is.
-
Aleksandar Hemon (The Lazarus Project)

Me siento en mi cuarto ahora mismo. Siento estrés ahora mismo. Pienso que el mundo real es mi computadora, son mis clases, son mis papeles y mis trabajos, y mis tares ahora mismo. Pero hay otro mundo allá. Hay otros países allá. En los países hay gente, hay familia; hay obreros y viajeros y políticos y escritores; hay mujeres y hombres y niños y bebés; hay amigas y novias y esposos y enemigos. Todo el mundo está lleno de todas las personas, todas las ocupaciones y reservas. Hay personas que dicen – el mundo es muy pequeño. - El mundo no es pequeño, nuestros propios mundos son pequeños. Las personas que están en nuestras vidas lo hacen pequeño. Los lugares que nos rodean son pequeños. Pero más allá de las fronteras, las razas y los colores hay otro mundo inmenso. Nicaragua me lo mostró.

Día 9

Fue el último día en el sol nicaragüense, con la gente, en un mundo real de un viaje surrealista.

Fuimos a unas catedrales, una de ellas se había establecido en el año 1993. No obstante fue una catedral muy moderna con una estructura muy fascinante. Además, habíamos encontrado otra guía que se llama Claudia. Oh Claudia, la joya de mi viaje. Podría escucharle hace días y días.

Profe lo sabía que Claudia iba a ser una joya de la mirada viril – como una otra exótica. Le respondí – nunca tengo dudas con su razón sobre la condición humana. - En realidad, Profe nos conocía antes de que viajáramos. Nos llamaba sus bebés. Quizás ella nos conocía como si fuéramos sus bebés. Quizás la razón que no estaba enojada cuando Tyler y yo salimos con Francisco en medio de la noche era porque nos conocía durante todo el tiempo: somos los alborotadores. Ella sólo necesitaba abrazarnos y todo estaba bien – estábamos como los diablos: “Sólo se necesitaba derretir nuestros propios corazones.”

El día se terminó cuando fuimos de compras. Fuimos a un centro y a un mercado real. En los lugares podía comprar las banderas y los regalos para mis amigos y mi familia. Luego, en el centro, pudimos decir adiós a Francisco y nos tomamos las fotos.

El viaje llegaba a su fin. Regresamos al hotel para hacer nuestro equipaje. Durante la noche cenábamos juntos y compartíamos las historias del viaje. Luego, nos acostamos para despertarnos en cuatro horas para encontrar nuestro avión a tiempo.

Día 8

Me quedé en la habitación mientras que el grupo asistía una clase de cocina. Estaba muy celoso, pero tenía una enfermedad. Durante el día me quedé en cama y dormí, leí y escribí. Fue como la idea de Siscar en La Siberia que “todo me parece tan artifical” (57). Quería pensar que no hubiera la enfermedad en el Nicaragua, que no pudiera obtenerla. Pero así estaba, en mi habitación con mis libros y el Molskín como bruce Chatwin y Luis Sepúlveda. Sólo necesitaba numerar cada página.

Mientras estaba en cama el grupo cocinaba y comieron la mejor cena del viaje. En mitad del día recibí una llamada de Tyler. Él quería saber cómo estaba. En el momento sentí regular a causa del té mezclado con Flor de Caña y miel, pero cuando regresó tuve un dolor en la garganta y una obstrucción en la nariz. Pero, no quería quejarme, sólo quería pasar tiempo bueno en Nicaragua. Pues, oí al viaje de Tyler: la clase de cocinar y la aventura por las ruinas donde habían huellas que demostraba que – hubo personas vivas aquí – en las palabras del guía.

Por el resto del día pasamos el tiempo al lado de la piscina. El aire fresco me ayudaba para respirar y la compañía de mis amigos me ayudaba a sentir mejor. Nos sentamos en las sillas con nuestros cuadernos y escribimos hasta que llegó el tiempo de cenar.

Cenamos en “La Mejía Godoy” donde había un grupo musical muy famoso del mismo nombre: Carlos Mejía Godoy. Mejía Godoy tocó el acordeón con su grupo con mucha fuerza y mucha amabilidad. Su carácter fue muy divertido y muy agradable, y el espectáculo fue muy bueno para mirar.

La noche se terminó después del espectáculo. Nuestro conductor nuevo nos llevó al hotel y nos dormimos por la noche.

Día 7

Tell the white man that we will not do him any harm...

Tell him to go back to his house and leave us alone

- Chinua Achebe (Things Fall Apart)

En el séptimo día, Dios descansó.

El séptimo día fue un día de descanso. Nos quedamos en el Hotel Barceló por unas horas, y cuando regresamos al otro hotel de Managua, nos quedamos allí durante toda la noche. Comimos allí, jugamos allí y dormimos allí. Fue muy extraño que pasábamos una noche sin el alcohol... y sin Francisco. Después de la noche de miedo, no podíamos pasar el tiempo con Francisco.

Mi tiempo en el Hotel Barceló fue muy difícil y quería usar mi tiempo de descanso para reflejar sobre el hotel. Me recodaba de unas ideas de Mary Louise Pratt en “Imperial Eyes: Travel Writing and Trasculture.” En su ensayo menciona un término que se llama “capitalist vanguard” (148) o la idea de que los viajeros durante el siglo XIX querían buscar los países que podían producir los materiales crudos. Todo era por las ganancias económicas. Louise Pratt lo explica mejor cuando dice:

Unlike explorers and naturalists, these travelers of the 1820s did not write up realities they took for new; they did not present themselves as discoverers of a primal world; the bits of nature they collected were samples of raw materials, not pieces of Nature's cosmic design... Indded, Spanish-American is mainly encoded in this literature as logistical obstacles to the forward movement of Europeans (148)

El Hotel Barceló fue uno de los movimientos financieros de los europeos. Superponen un pedazo de la civilización, lo que crea un espejismo que la tierra de Nicaragua es salvaje en comparación con el hotel. Los de Nicaragua llegan a ser los sirvientes a los blancos como los “Andean silleteros carrying a European across the cordillera on his back” (154). Los de Países del Tercer Mundo se rompen las espaldas para la llegada advenimiento de los europeos.

Día 6

El Hotel Barceló Montelimar Beach ha obtenido el premio Nicaragua's Leading Hotel, otorgado por World Traveler Awards 2009

- Sitio del Hotel Barceló (www.barcelo.com)


Bienvenido al Hotel Barceló. ¿Qué es lo que quiere hacer? ¿Quiere ver los sitios de Nicaragua? ¿No? Oh... ¿Sólo quiere un campo de golf? ¿Una Piscina? ¿Una habitación con acondicionador de aire, y una tele, y un albornoz? ¿No quiere ver Granada o Managua, o León, o los volcanes, o el paisaje? No, no, todo está bien. Si necesita algo más llámeme.

* * *

Los del Hotel Barceló quieren relajarse. El hotel es la marca americana de Nicaragua, no hay paisaje, no hay realidad, y para la mayoría no hay Nicaragua. No es un lugar adonde los extranjeros pueden “criollizar” en las palabras de Maria Nugent (66). Todo el hotel es una tarjeta postal: hay cabañas, hamacas, comida que se parece como comida de un país hispano; hay palmeras y playas y el mar y las olas. Todo es perfecto. Y los empleados. Los empleados son marionetas. Son los que los americanos pueden jugarles, pueden bailarles como si fueran muñecas de trapo.

- A la derecha. A la izquierda. A la derecha. A la izquierda.

Y todas las noches hay el esplendor de un espectáculo. Miren a los indígenas mientras mueven las caderas en el escenario. Cuando han terminado, los gringos borrachos pueden jugar en el escenario. Ahora mismo pueden jugar en el escenario sus aturdimientos. Ahora mismo, las muñecas no son muñecas, son diablos del infierno. Son los subordinados de Satán. Ahora miso hay uno que me toma la mano, me tira al escenario.

- ¿Cuantas tazas de vino he tomado? - pienso.

* * *

Había la luz. Había dos hombres a la izquierda y uno a la derecha. Tyler se situaba a la izquierda. Estaba en la etapa, en una silla con las miradas que me perforaban. En este momento estuve extranjero, estuve

- Bienvenidos todos a la competición de “Mister Barceló.” Aquí tenemos cuatro concursantes para la competición de esta noche. Vamos a verlos: primero tenemos... ¡Tyler! Entonces tenemos... ¡Juan!... Entonces tenemos...

El hombre me miró y preguntó – what's your name? - Le dije que me llamo Chad. Me miró otra vez y preguntó – what? - Le dijo otra vez que me llamo Chad.

- Bueno... aquí tenemos... ¡Chair! Entonces tenemos... ¡Shawn! Ahora vamos a empezar el evento número uno. Vamos a ponerlos en un disfraz, entonces tocaremos la música y necesitarán bailar. ¿Podemos tener un ejemplo?

Un hombre muy flaco caminaba por el escenario con una capa, un sombrero y un chaleco. El empezó a bailar, y a sacudirse. El mantuvo esta acción hasta que la música paró. Cuando esto ocurrió, nuestro turno había venido.

El orden empezó con Tyler, luego Juan, luego yo, luego Shawn. Tyler estaba muy brillante pero yo estaba más brillante. La multitud llegó a ser salvaje. En el segundo evento necesitábamos hacer una carrera de relevo. Primero necesitábamos beber con rapidez, segundo darnos vueltas a los diez tiempos, y tercero hacer diez flexiones de brazos. Al fin Shawn ganó y después del tercer evento (decir gol tan largo como posible) parecía que Shawn iba a ganar. Pero la noche todavía no se cerró.

El último evento fue una competición de imitación. Había cuatro nombres escritos en unas hojas de papel. El primer hombre fue John Travolta, y Tyler lo adquirió. La segundo hombre fue Bob Marley para Juan. El tercer hombre fue Elvis para Shawn, y el último hombre, el hombre de oro en esta competición, fue Michael Jackson. Había obtenido la hoja que tenía el nombre: Michael Jackson.

Tenía el plan: primero necesitaba agarrar la entrepierna unas veces, entonce necesitaba hacer el baile firmado de Michael Jackson: “the moonwalk.” Y el tiempo empezaba a expirar, necesitaba morir.

Lo hice. Lo cometí, y a causa de esto... gané. Esa noche llegué a ser “Mister Barceló” gracias a la ayuda de mis compañeras y las otras que me ayudaban en la competición. Y al fin una mujer me dio una gorra que dice “Flor de Caña” y una botella de Flor de Caña (como necesitaba más).

La noche se terminó con un baile en el club, pero no me sentí muy bien. Fui a mi habitación para dormir y pensar. Pensaba en mi viaje a Nicaragua, y el hotel Barceló. Pensaba en la marca de civilización americana que siempre se mostraba en Nicaragua como MacDonalds y Sbarro; Subway y las compañías de ropa que aterrorizaban a los niños cada día.

- Soy Mister Barceló. Entonces, ¿Soy el anuncio de Hotel Barceló? ¿De la colonización de los países de menor poder?

El único pensamiento que podía hacer fue – “espero que no.”

Día 5

Why do poets think
They can change the world
The only life I can save
Is my own.

- Sherman Alexie (War Dances)

No pensaba en cómo el día iba a terminarse. O sea, no pensaba en cómo la noche iba a terminarse.

Esta tarde fuimos a la ciudad de León para ver la ciudad, las catedrales y las casas de Ruben Darío. Yo estaba muy emocionado al ver la casa de Ruben Darío como adonde durmió y adonde escribió. También me gustaban los libros viejos de Darío que se había expuestos. Sin embargo, si puedo decir, la reunión con Claribel Alegría fue mucho mejor (el ver una escritora muy famosa, y para recibirle información sobre cómo escribir).

Entonces, fuimos a un restaurante, y mientras esperaba la comida, Francisco, Pierce y yo caminábamos por la playa para mirar a los pescadores. Se hacían unos espectáculos en los botes, saltando por las olas. Y pensaba, ¿qué vida? Una vida donde una persona puede beber, puede ser libre en el mar, en un bote. El mar se siente como un lugar de la libertad... pero el regreso es algo que puede basar una persona. Los pescadores no son ricos, no tienen unas casas muy grandes. En este momento, no sabía como sentirme: triste o alegre. Quizás es mejor que nunca lo sepa.

Cuando regresamos al hotel, había otra fiesta. Esta vez Profe vino, y con regalos también: helado, cerveza y cuentos. Pasábamos la noche con lujo y comodidad. Nos contaba cuentos sobre sus viajes con Rasputín y el espíritu que se apareció en su casa una vez. Todo parecía como si fuera un sueño. Y cuando todo el grupo se acostó, a Tyler y yo nos miró Francisco.

- Vámonos – nos dijo. Tyler y yo nos mirábamos con gestos confundidos, sin embargos, nos fuimos en el coche y Francisco condujo después de unos chupitos de Flor de Caña.

¡Qué tonto estaba! Si nunca hubiera ido en el micro, quizás no tuviera tres pelos grices más arriba en la cabeza. Pero nosotros fuimos, y Francisco salió con las llantas girándose, y la goma quemándo.

- ¿Adónde vamos? – lo preguntábamos a Francisco. No había respuesta; sólo conducía el micro. Con la visión borrosa y el micro desplazándose bruscamente por las calles, Francisco y yo finalmente nos miramos y dijo “mujeres” con puños que golpearon cuando estaba conduciendo. Miré a Tyler y le dije, en inglés – are we getting hookers? - Tyler me miró y a Francisco le preguntó - ¿vamos a buscar prostitutas? – Francisco se quedaba en silencio después de esa pregunta; no quedábamos en el miedo.

Encontramos el edificio de las prostitutas con luces alrededor y una verja de alambre de espino alrededor el estacionamiento de automóviles. Cuando lo parqueamos, Francisco nos dijo – denme trescientos córdobas y pon las carteras en la guantera. – Quizá la esperanza estaba en que el dinero que le di lo haría salir, quizá lo hiciera quedarse. Graciosamente, él salió.

Por el momento, Tyler y yo respirábamos con mucha fuerza, sin embargo, la noche no se terminaba y el miedo se mantenía.

Había visto que Francisco no nos tomaba al hotel, pero nos tomaba a una gasolinera. Entonces, en la gasolinera, nos compramos doce cervezas y una caja de pollo y papas fritas. Los comimos en el micro, con la puerta abierta y un espacio en mi vida de menos seguridad. Tomamos las cervezas, y cuando Francisco tomó su asiento de conductor otra vez, abrió otra cerveza para beberla durante el viaje. Entonces, fuimos a otro lugar desconocido a Tyler y yo. Fuimos por las calles, casi golpeando los perros, otros coches, motociclistas, y peatones cada vez que los veíamos. Cuando el micro se paró, casi besaba la tierra, pero no fue la tierra del hotel. Fue la tierra de una casa, una casa muy pequeña que cuando salimos del micro, Francisco nos dijo – “Es mi casa.”

Todo el tiempo que pasábamos con Francisco antes de este evento se amontonaban. Los tiempos que me llamaba – Branjolina – y me decía – Branjolina, I lofe yoo – y los tiempos que a Tyler le dijo – David Beckham, en Nicaragua… O mai Gawd! – aquí estaban, mirándome en la cara con toda mi ansiedad y miedo de que fuera a ocurrir.

Entramos por la puerta y Francisco nos dejó para ir al otro cuarto. Regresó con una mujer embarazada y dijo – Thees ees mai wiif. –

Durante la estancia, no había problema con su esposa, pero teníamos problemas con la actitud de Francisco que se simulaba tirarse a la mesa diciendo – Thees ees mai wiif. - Y su esposa nos miraba con ojos de la cárcel y el alma trampeada detrás las barras del patriarca y el hombre machista. Durante su vulgaridad, la esposa de Francisco nos preguntó estábamos en Nicaragua y qué hacíamos en la universidad. En contra de Francisco (en este momento) ella era agradable… muy agradable. Hablábamos mientras que Francisco hacía la maleta para quedarse. Después de treinta minutos en su casa, decimos adiós a su esposa y regresamos al hotel.

Durante mi viaje al hotel pensaba sobre la puma de La Siberia, y la ansiedad de ser en otro país. Esta noche se llenó con la ansiedad. Tyler y yo sentimos el puma, que mostraba los dientes orgullos durante toda la noche. La esposa de Francisco sentía el puma cada vez que Francisco regresaba a la casa borracho. Y, a pesar de que Francisco nunca lo mostraba, todavía sintió la presencia del puma. La presencia de la ansiedad que nunca tendría una vida rica. La presencia del miedo que nunca tenía un momento así otra vez. La presencia de la maldición de ser hombre.

Esperábamos que Francisco pudiera dormir en mi cama, pero cuando regresamos, Francisco cayó en la cama después de abrazarlo y diciendo – David Beckham… Ai lofe yoo – y la noche se terminó con los ronquidos de Francisco.

Día 4

Granada, la ciudad del lago. No sé si se puede nombrarla así, pero la vista en granada es muy agradable. El agua dulce es tan bonita, tan libre. Y la ciudad se representa como una de las voces de la presencia Sandinista. La historia tiene la presencia con los catedrales y las instituciones de educación (como la del arte que habíamos visto).

En la ciudad había un centro con un parque pequeño. Había un niño que nos tocaba demasiado y nos pedía nuestro dinero. Además había vendedores con unas maracas que podía tallar con una fluidez que nunca he visto antes. Wilfredo, nuestro guía por este día, hablaba sobre las iglesias y la ciudad de Granada durante nuestro tour. Nos fuimos por la ciudad y el centro; por los catedrales y la casa de los Tres Mundos, una institución del arte; por las calles con los vendedores y los edificios con el moho negro. Vimos mucho de lo que había ver en la ciudad, y cuando teníamos hambre, Tyler, Francisco, Profe, Wilfredo y yo fuimos al Super. En el Super compramos limones para la Flor de Caña, y los materiales para hacernos unos sándwiches. Y al otro lado del Super había una marca del mundo colonizado: Radioshack®. Fue un momento que me llamó la atención de The Purple Land por William Hudson. En la novela, Richard Lamb llega a entender que “fox-hunting in the English fashion is not a sport adapted to the Oriental country” (49). Había un sentido Nicaragua no fue un país muy agradable por la tienda Radioshack®. Además, se podía pensar que la cultura Nicaragüense quería robar la cultura estadounidense.

- Mamá – el hijo estadounidense le dice – Mama, Radioshack® es una tienda de los Estados Unidos. ¿Por qué Nicaragua lo tiene?

Es una lástima que la madre sólo pueda decir lo que ha sabido toda su vida – porque, mijo, los países del Tercer Mundo quieren ser como el mejor país de todo el mundo, Los Estados Unidos – y ella no puede decir más que eso. Su hijo camina por su vida con la noción que todos los países del Tercer Mundo quiere ser Los Estados Unidos, y él vive su vida en la ignorancia de algo más.

* * *

Seguimos con un picnic al lado del Lago de Nicaragua. Durante el picnic había un hombre que rogaba por un sándwich. Una de las mujeres en nuestro grupo lo explicó así – este hombre es un pobrecito que lustra los zapatos para pagar por su familia.

- Pienso que quieres decir ‘pagar los gastos de su familia, y sí, estas personas existen – fue mi respuesta a su frase tonta. Su actitud se representaba como si nunca supiera que una persona pobre vivía en todo el mundo. Como si no hubiera personas sin hogares en Los Estados Unidos. Pero hay muchas personas sin hogares y sin trabajo. Hay personas como las en Patagonia Express que esperan por el tren que sale “a buscar fortuna en el continente” (Sepúlveda 140). Sin embargo, no presté mucho caso a esta inquietud antes de ir en el bote.

Y ¡qué maravillosa fue el bote! Fue un viaje por las isletas de Granada. Las isletas fueron muy agradables, muy tranquilas. Quería responder a los signos que decían - se vende por... - Y si tuviera una de las isletas, pudiera jugar con los monos y comer los mangos al lado de mis vacas. Pero, en realidad, necesitábamos regresar a la tierra.

Después de una obra expuesta y la cena, y unas tazas de vino regresamos al hotel para que la fiesta se pudiera comenzar otra vez. Francisco nos condujo a la gasolinera para comprar más Flor de Caña. Había una vez en que me sentía como el coche iba a darse la vuelta, pero todo fue bien.

En el hotel, bebíamos al lado de la piscina, bailábamos, charlábamos. Fue una noche buena. No tenía miedo de nada, y en este momento Nicaragua fue el gran país del mundo.

Día 3

Dedicamos este día para el viaje al volcán, el viaje a las ciudades pequeñas y una exploración de unos catedrales de Nicaragua. Empezamos con el volcán. Fuimos en el grupo con la mujer de Enrique y las dos hijas de la mujer. Pensaba que las hijas fueron las diablas porque, si jode bien algo, como la gramática, la pronunciación, la concordancia, va a decirlas sin inhibiciones. La noche pasada traté de hablar con ellas, y me destruyeron. El tiempo vino cuando las niñas querían aprender inglés: empezamos con los colores. Cuando el color “verde” se planteó, no podían recordarlo y, entonces, pensaba que podía ayudar cuando les dirigí su atención a la camisa a Rochelle y dije, “verde.”

¿Qué tonto estaba? Ya sabían el color verde, pero no sabían la palabra “green.” No pensaba en esto y, además, parecí un idiota.

Pero me estoy alejando del tema. Estábamos en el volcán con la Esposa y Las Diablas. En este momento decidimos que debimos usar nuestro conocimiento de las cámaras para sacar las fotos. Tomamos fotos con los humos sulfurosos que cubrían las formaciones de las rocas, con la cruz en la cima de una colina, y tomamos el viaje a la cima de la colina también. Cuando estábamos en la cima, no sé qué ocurrió, pero mi corazón empezó a derretirse a causa de las monas Diablas. Por una razón, no fueron Diablas en este momento, Tyler y yo las veíamos como nuestras hijas. Y por el resto del viaje empezamos a llamarlas nuestras hijas. Desgraciadamente se fueron después del volcán y nunca regresaron. Adivino que habían servidos a sus finalidades. Pero, graciosamente, Tyler y yo tomamos nuestra foto de familia con ellas antes de que salieran.

Entonces, fuimos a las ciudades alrededor el lago y cerca de Managua. Vimos un mercado donde compré una caja solamente por la Flor de Caña y un vaso de chupito. Además visitamos otros mercados, muchas iglesias con las figuras de María, Jesucristo y los ángeles de La Biblia. Fue el mismo Jesucristo que miró hacia abajo a los prisioneros de la fortaleza que visitamos después de las iglesias. Los prisioneros que habían sufrido en sus propios hogares sin luces. Había los látigos que los golpeaban, los cuchillos que les quitaban los dedos, los pies. Estábamos en una cárcel de tortura. Ahora los turistas visitan la fortaleza, toman las fotos como hicimos. Sine embargo, fue el peso de estar de pie en el mismo lugar donde ocurría las torturas. Qué humanidad...

* * *

Ahora debo empezar el principio de otra historia que se hacía durante el viaje: la historia de Francisco y los tres mosqueteros borrachos. Este día fue el día de que iniciamos la amistad de Francisco a causa de tres palabras, “Flor. De. Caña.”

Francisco fue nuestro conductor durante el viaje. Tenía la ansiedad de hablarle a causa de no podía entender nada de lo que decía. Pero, es curioso, por la razón de que quería ser su “mejor amigo para siempre” fue a causa del hecho que no podía entender nada de lo que me dijo. Graciosamente mejoraba durante el viaje, y durante las noches de libertinaje. Las noches se hicieron con limones, sal, un chupito y tres litros de Flor de Caña. Cada noche que pasábamos con Francisco fueron unas noches de libertinaje, y esta noche fue la primera. No ocurrió mucho durante esta noche, sólo bebimos y nos acostamos esperando que no tuviéramos, como Francisco no explicó - las gomas. - El dolor en la cabeza a causa de demasiado alcohol.

Día 2

Mi nombre es...

Mi nombre es Chad. Sí, mi nombre es Chad y soy de los Estados Unidos. Sí, es cierto, pero no es la verdad. Soy hombre, pero no soy. Soy una persona del mundo, pero no soy. ¿Quien soy?

Me despierto en el cama, Tyler se situá al lado de mi cama y Pierce está más allá de él. No tengo alarma, solo tengo la luz de la madrugada y el ruido de las calles. Es seguro que los nicaragüenses están despiertos. Pero, Dios mío, hay demasiada luz. ¿Qué tiempo hace...? no, no, no. No quiero saber el tiempo: hace sol. ¿Qué hora es? Sí, sí: ¿qué hora es? Serán las diez de la mañana y nadie me despertó.

Dónde está mi celular: son las seis y media. No te preocupes, Chad.

Me levanto, camino al baño y me ducho. Tengo miedo que el agua va a resbalar por la garganta y estaré enfermo para la duración del viaje. Pero no, estoy bien. Lo miro a Tyler después de ducharme y lo despierto.

- ¿Qué hora es? - refunfuña

- Son las siete. ¿Quieres desayunar?

- Claro – dice por los ojos estrábicos. Él se ducha mientras Pierce se despierta. Cuándo estamos listos, salgamos al restaurante del hotel para desayunar. Allí tienen los huevos revueltos, los plátanos, arroz con frijoles y salsa y un frutero. En el restaurante no hay nadie con la excepción de los camareros. Somos los primeros de despertarnos. En seguida, la Profe entra por la puerta y se sienta. Hablamos con ella y nos dice que debemos probar el café.

¡Qué solicitación! ¡Qué rico es el café de Nicaragua! En este momento quiero abrazar a la Profe a causa de me mostró la gran invención de café nicaragüense.

Todos los desayunos se establecían así: despertarme, recordarme que estaba en Nicaragua, ducharme, prepararme para el día, desayunar con el café y, entonces, reunirnos al frente del hotel. Y en el día número dos fuimos a la casa de Enrique y tomamos una clase de fotografía por tres horas.

Enrique era una hombre de una mirada colonizada. Era de España con una conciencia de derecho. Era el opuesto de las ideas de Casey Blankton, que un viajero tiene el deber “of faithfully rendering the foreign into familiar” (1). Enrique miraba a Nicaragua como un país salvaje, con la gente salvaje y una cultura salvaje. No podía “look through a train window at dusk” (Glaser 51), no podía ver la tierra como “that moment when our own reflection is superimposed on the world outside” (51). En diez días yo podía superponerme en la tierra de Nicaragua. Sin embargo, después de bastante años Enrique no podía limitar su mirada colonizada.

Al fin de la clase, regresamos al hotel para prepararnos para almorzar con Claribel Alegría. Tenía la ansiedad de encontrarla. Claribel Alegría, hoy en día, es una poeta muy popular de Nicaragua, o sea, en Sudamérica. Fue un momento muy similar al momento de que Luis Sepúlveda encontra Bruce Chatwin en España (85). Yo tenía muchas preguntas – ¿cómo se prepara para escribir... qué influye... por qué escribe... cómo puedo hacerme un escritor? Pero tenía miedo, y el problema estaba que no podía hablar con ella porque estaba situada al otro lado de la mesa. Si quería decirle algo, necesitaba gritar a través de la mesa. Pero necesitaba saber cómo podía llegar a ser un escritor.

Graciosamente vino la hora para caminar hacia ella para que pudiera firmar mi libro. En este momento la dije – quiero ser un escritor. Mi pasión se representa en palabras, en las hojas de papel. ¿Cómo puedo ser un escritor como usted?

Ella me dijo, nunca olvidaré que me dijo – necesitas leer. Leer y leer y leer. Lee García Marquez, Darío y Borges. Buena suerte, hijo.

Pensaba – Necesito leer. Sí yo leo, pero necesito leer a los que saben, mejor que alguien del mundo, la condición humana. Y más que la comprensión, la habilidad de escribirla.

Pude abrazar a Claribel. Entonces, sí abrasé a Claribel.

Durante la noche, fuimos al Super para comprar Flor De Caña, el ron más rico de todo el mundo. Tyler y yo lo bebíamos y a mi novia le mandé una carta electrónica en la habitación de los computadores y entonces me acosté. Durante la noche soñaba con los escritores más populares hispanoamericanos, soñaba con las palabras de Claribel, y soñaba con una vida alegre.

Día 1

In the works of twentieth century travel writers...

Social and psychological issues are more imprtant than facts about places

and events.

-Casey Blankton (“Narrating Self and Other”)

Los sitios de la seguridad del hogar nacional me dice que Nicaragua es un país peligroso. Me dice que los estadounidenses se representan como objetivos en un paisaje tan salvaje. Los taxis me capturarán, me robarán y me matarán. Además, no debo beber el agua, la leche; no debo tocar los animales, y debo viajar en grupos de tres o más. Con todas las recomendaciones que me daban en el sitio de la seguridad del hogar nacional, mis ansiedades y mis esperanzas, se salieron al fin del viaje, y ahora las reglas están rotas.

Empezamos afuera del aeropuerto, era la medianoche. Eramos un grupo de americanos en un país que, según nuestra mirada en este momento, se representaba como un país salvaje. Sin embargo, los nicaragüenses eran buenos representantes de su propio país. Nos ayudaban con las maletas, todos las metían en el micro y, después, nos fuimos por las calles peligrosas con las sombras oscuras. Éramos la presa y estaban los predadores las sonrisas llenaban el micro, pero fueron las de la aprensión de estar en otro país – los estadounidenses en otro mundo, otra vida, otro código.

Sólo estaba abierto un restaurante en todo de Managua, era un restaurante cubano. Llegamos al restaurante, el aire fresco nos rodeaba a lo largo del olor de la comida, las miradas de los nicaragüenses que se sentaban en los asientos del restaurante. Todo era una experiencia para nosotros. Toda era una zona de contacto:

- Cómo es esto, cómo es eso, cómo trabajar esto, por qué esto está aquí, dígame la historia, quiero probarlo – todas eran las preguntas del grupo durante el viaje, todas las vistas de Nicaragua nos interesaban. Era el primer día de nuestro viaje, sentíamos las ansiedades propias, pero esta noche fue para relajarse, para beber, para entender el viaje. Como Florence Dixie lo dijo, fue a Patagonia porque “era un lugar extraño y lejano” (115). Mi viaje a Nicaragua fue a causa del hecho que “era un lugar extraño y lejano. Sin embargo, esta noche fue la noche de realización. Fue la noche de que empezara un cambio de la mirada.