Thursday, April 29, 2010

Bibliografia del diario

Blankton, Casey. “Narrating Self and Other: A Historical Overview.” Travel Writing: The Self and the World. Routledge Publications. New York. 1995: 1-29. Print.

Dixie, Florence. “Una Lady en la Patagonia.” Mujeres en Viaje. Extra Alfaguara. Buenos Aires, Argentina. 2000: 113-125. Print.

Glaser, Elton. “Hydra and Hybrid: Travel Writing as a Genre.” North Dakota Quarterly. University of North Dakota Press. North Dakota. 1991: 48-53. Print.

Araujo, Nara. “Maria Nugent (Chapter III & IV).” Viajeras al Caribe. Casa de las Americas. Ciudad de la Habana, Cuba. 1983: 57-77. Print.

Pratt, Mary Louise. “Reinventing America II: The Capitalist Vanguard and the Exploraties Sociales.” Imperial Eyes: Travel Writing and Tranculturation. Routledge Publications. New York, NY. 1992: 144-171. Print.

Sepúlveda, Luis. Patagonia Express. Fabulas Tusquets Editores. Barcelona, España. 2009: 1- 178. Print.

Siscar, Cristina. La Siberia. Mondadori. 2003: 11-95. Print.

Claribel Alegria

Carlos Mejis Godoy

Wednesday, April 28, 2010

Reflexión número 2

La ida y la vuelta en La Siberia y Patagonia Express

Hay una idea en la literatura que llama “Bildungsroman.” En una crítica sobre el género del Bildungsroman, Marianne Hirsch Gottfried lo describe así: “the organic unfolding as a totality of human capacities by the contact with the worldly experiential powers, a process which results in an accommodation to those powers” (122). En La Siberia por Cristina Siscar se tiene algunos europeos que quieren ver La Patagonia como es un paisaje exótico. Son extranjeros en un paisaje extraño, y su propósito es familiarizarse con el mundo extraño con su contacto con La Patagonia. Igualmente, en Patagonia Express por Luis Sepúlveda, pero casi no es el mismo. En Patagonia Express Sepúlveda – el narrador de la autobiografía – es un hombre chileno y hombre indígena de La Patagonia. Sin embargo, él sigue la estructura de un Bildungsroman porque su novela contiene “a totality of human capacities” (Gottfried 122). Los dos textos son textos humanos que exponen a los personajes para familiarizarse con La Patagonia – por eso, los dos textos son textos del género Bildungsroman.

Se empieza con La Siberia para decir que la novelita es una que da el complacimiento a los extranjeros europeos. El aspecto más importante del Bildungsroman en la descripción de Gottfried es la idea de que deba ser “organic unfolding as a totality of human capacities” (122). Si no hay desarrollo orgánico, pues, no hay un Bildungsroman. El Bildungsroman necesita tener el inicio, y el fin. En muchos casos hay una ida y una vuelta, pero no lo es en el caso de La Siberia. En el caso de La Siberia sólo hay una ida, y el trauma de la novelita es que los extranjeros no pueden regresar. Se puede decir que la vuelta en la novelita es el deseo dequedarse en La Patagonia. La Siberia se comienza con los europeos, sin nombres, en “el ómnibus pintado de color naranja” (Siscar 15). El ómnibus se representa como el espacio del extranjero. Es la descripción entre los extranjeros y los de La Patagonia. Entonces, se puede decir que los del ómnibus quieren separarse de la tierra. En otras palabras, la ida de los extranjeros empieza la aventura con una descripción de ellos y La Patagonia. Este símbolo se extiende cuando Siscar dice “dentro de una cáscara naranja” (19). El ómnibus llega a ser la seguridad entre los extranjeros y la tierra a explorar.

Sin embargo, los extranjeros no se quedan como extranjeros. Se puede ver que los extranjeros, muy lentamente, llegan a mirar La Patagonia como algo real en lugar de algo exótico. Esta acción se ocurre cuando salen su seguridad. Durante su viaje en el “abismo negro” (Siscar 45) llegan a ser “una sola cosa, en la que ellos se fundían como pura conciencia, sin cuerpo... estaba donde deseaba estar” (45). El viaje de la conciencia es la meta de la novela Bildungsroman. La vuelta de los personajes se construye con una consciencia cambiada que entra su el espacio conocido y sin cambios. Con esta idea, si es europea, llega a ser un extranjero en su propio país europeo. Es decir que “una cama grande, para toda la familia” (Siscar 44) y “chiquitos sucios, llenos de mocos, apenas cubiertos con una manta deshilachada” (44) llegan a ser más familiar en la mirada de los extranjeros en contraste con los chiquitos limpios y las mantas nuevas. Como dice Casey Blankton en “Narrating Self and Other: A Historical Overview,” los viajeros quieren cambiar “the foreign into familiar terms” (1)

Además, el cambio de la conciencia no es algo muy rápido. Si la novela Bildungsroman quiere parecerse como un desarrollo orgánico, el cambio de conciencia no puede ser al instante. En La Siberia, el cambio de los extranjeros se puede comparar con las ventanillas del ómnibus. En su ensayo “Hydra and Hybrid: Travel Writing as a Genre,” Elton Glaser escribe que la literatura de los viajes:

is like looking through a train window at dusk, that moment when our own reflection is superimposed on the world outside the glass, and suddenly object and subject exist at the same time on the same plane, the perceived and the perceiver a single intelligence in an eerie rapprochment. (51)

Muy lentamente los viajeros llegan a superponerse la tierra. En el medio de la novelita, Siscar escribe, “De pronto, todo me parece tan artificial, la vida fuera de aquí” (57). La narradora lo dice durante el “atardecer” (57) cuando se puede verse como una sombra en la ventanilla. En este momento, los viajeros están en el camino de vuelta. El paisaje teórico llega a ser un paisaje real. Además, cuando se quedan con los piqueteros, los extranjeros llegan a ser los indígenas de La Patagonia y crean una novelita Bildungsroman.

Ocurre lo mismo en la novela Patagonia Express. La diferencia entre los dos textos es que Patagonia Express empieza con la vuelta – la razón de la ida es para que Sépulveda puede mejorar su comprensión de la vuelta. Mejor dicho, Sepúlveda ya sabe la meta de su viaje, pero la meta sólo es una sin la razón. Por supuesto, Sepúlveda entiende que el libro Así se templó el acero, uno sobre un joven que se situá en ruso durante la revolución, inspira las ideas comunistas en su vida – con la colaboración de los sentimientos de su “Tata” (18) – sin embargo, no entiende el comunismo en la vida real. Otra vez, se puede ver en los textos de Bildungsroman hay una relación entre la vida real y la vida teórica. En cierto sentido, la realidad de la novela crea la sentimentalidad. Por eso, la sentimentalidad crea la humanidad del libro. Sin la humanidad, o sea, “organic unfolding as a totality of human capacities” (122), no es posible que Sepúlveda puede encontrar su vuelta. No obstante, Sepúlveda trabaja para aclarar las mentiras con su estilo mentiroso. Es decir que Sepúlveda emplea los retratos de unas personas de La Patagonia para exponerlas a la vida real. Por ejemplo, pueden ser guerreros cultos como Margarito (34) y el lector puede ver la esperanza de una gente como los que esperan “el verdadero Patagonia Express” (139). La meta de Sepúlveda, lo que le ayuda a la vuelta, es exponer la psicología e historias de la gente de La Patagonia. Después de que Sepúlveda entienda su meta, puede regresar a su pasado: su Tata. Cuando llegue a Martos, inmediatamente Sepúlveda “se fue llenado con las detalles faciales de [su] abuelo” (168). La vuelta se acentúa cuando llega a la casa de su anciano, y se da cuenta “que por fin se había cerrado el círculo, pues me encontraba en el punto de partida del viaje empezado por mi abuelo” (178). Al inicio de la novela, las metas de Sepúlveda son las de su abuelo, pero al fin las metas son suyas. Por eso, Sepúlveda “cierra el círculo”: crea la ida y la vuelta.

A causa de las estructuras de los textos La Siberia y Patagonia Express como las de la ida y la vuelta de una conciencia humana, se puede decir que los dos son textos del Bildungsroman. Claramente son textos diferentes en referencia a los personajes. Los de La Siberia son extranjeros en un país que les parece exótico. Sin embargo, es el cambio de la conciencia que crea la ida y la vuelta. En primer lugar los extranjeros eran así: turistas sin la comprensión de La Patagonia, pero, su viaje crean la descripción entre la vida real y la vida teórica. Llegan a ser una gente progresista que pueden familiarizarse con la tierra, y llegan a una comprensión de “the organic unfolding as a totality of human capacities” (Gottfried 122). Es lo mismo en Patagonia Express pero muestra un impacto más intímo. Para Sepúlveda, se quiere exponer a la gente de La Patagonia. Sí puede entenderla, puede regresar a la meta de su abuelo con una comprensión

completamente hueva. Sepúlveda no es un extranjero fisicamente, pero es un extranjero mentalmente. Para llegar a la comprensión de lo humano como lo entiende su abuelo, necesita tener la habilidad de entender la esperanzas de la gente, y la psicología de la tierra en total. Sin embargo, los dos textos trabajan juntos para dar una comprensión que la vida es una cadena de cambios, y los cambios se hacen a causa de la gente que la crea. Así es el Bildungsroman.

Bibliografía

Blankton, Casey. “Narrating Self and Other: A Historical Overview.” Travel Writing: The Self and the World. Routledge Publications. New York. 1995: 1-29. Print.

Glaser, Elton. “Hydra and Hybrid: Travel Writing as a Genre.” North Dakota Quarterly. University of North Dakota Press. North Dakota. 1991: 48-53. Print.

Gottfried, Marianne Hirsch. “Defining Bildungsroman as a Genre.” PMLA. Modern Language Association. 1976: 122-123. Print.

Sepúlveda, Luis. Patagonia Express. Fabulas Tusquets Editores. Barcelona, España. 2009: 1- 178. Print.

Siscar, Cristina. La Siberia. Mondadori. 2003: 11-95. Print.

Escritura creativa número 3

Al principio hubo cinco, no obstante los tres siguieron después. Fue la Ciudad Celestial de la que huían, y eran los cinco: Raúl, el líder, Juana, la mente detrás de la operación, Angélica, la navegadora, Francisco, un borracho y Simón, la fuerza y la mano derecha de Raúl.

La idea empezó cuando Raúl le dijo al grupo - Hay demasiada dulzura aquí en la Ciudad Celestial. Toda la gente, cada día, me pregunta ‘puede hace algo para ti, necesitas algo, lo he hecho para ti, etcétera, etcétera.’ Oigo que hay una tierra más oscura al sudeste.

- ¿Es demasiada oscura? – Juana le dijo – No lo quiero si es una tierra de la muerte…

- O estás conmigo o estás contra mí – Raúl le dijo – ¿cuál quieres, Juana? O alguien, de hecho ¿cuál quieren?

El grupo se quedó en silencio. Nadie quería hablar en contra de Raúl porque todos querían salir la tierra tan pronto como los otros. Y, por eso, el viaje empezó.

Después de planear el viaje, ellos recogían sus macutos, con la comida, la ropa que pudiera caber, y las herramientas que eran fundamentales. Entonces, empezaron el viaje con mucha aprensión y mucha emoción.

Tan pronto como el grupo empezó el viaje, la aprensión desapareció. Se encontraron en las Montañas Deliciosas, y se sentían que el viaje iba a ser muy fácil. Durante su viaje por las montañas, el único obstáculo que necesitaban hacer fue comerlas. Eran como magdalenas, y lo que pareció como la nieve sólo fue el glaseado. Al final del viaje por las montañas, el grupo tuvo los estómagos llenos y necesitaban tomar una siesta y luego empezaron el viaje otra vez. Después de pasar por el Monte del Inocente, encontraron la Llanura de la Tranquilidad. Y la que gente estaba por allí. Era una gente muy agradable, pero muy práctica también. A Juana la Llanura de la Tranquilidad le pareció la tierra más agradable. A ella, todo le parecía tan mesurado: la gente, la cultura, el espacio y las interacciones; la gente se sentó y jugaba a las cartas mientras que los niños jugaban al partido de fútbol. Sólo una persona le preguntó cómo estaba, pero fue a causa del hecho que esa persona en la Ciudad Celestial vivió anteriormente. Sin embargo, con motivo de la pregunta, Raúl les dijo que necesitaba menos dulzura que la de la Llanura de Tranquilidad.

- No – Juana le dijo – quiero que nos quedemos aquí. La gente es muy agradable aquí, no están llenos de dulzura como en La Ciudad Celestial.

En seguida, Raúl levantó la mano y le dio a Juana un golpe en el medio de la calle como un golpe decisivo. Todo paró a excepción de los de la ciudad. El grupo le miraba como si fuera un fantasma.

- Juana – le dijo Francisco por los eructos llenos del olor alcohólico – ¿estás bien?

- Sí, está bien, Francisco – Raúl le contestó mientras que Simón le impidió tocarla – y nadie lo dio ayuda... ¿óiganme?

El grupo dio el consentimiento para la pregunta. Juana se levantaba con la ansiedad de una presa, pero se estableció a los pies. Los otros siguieron Raúl para buscar una habitación mientras que Angélica se quedó con Juana.

- Soy la navegadora – Angélica comenzó.

- Sí, yo sé – Juana le contestó.

- Más tarde en nuestro viaje, hay una ciénaga. Antes de que le encontremos, voy a fingir que estamos perdidos y sugeriré que Raúl y Simón deba buscar otra ruta en la dirección de la ciénaga, mientras que regresamos tú, Francisco y yo a La Llanura de la Tranquilidad.

Pasaron la noche en silencio. Nadie miraba, pero nadie estaba durmiéndose. Juana se quedó con los pensamientos de matar a Raúl, mientras que Raúl estaba pensando sobre su meta; Angélica estaba pensando en el plan de la navegación y Simón estaba perdido en los pensamientos de su lealtad a Raúl. Y durante todos los pensamientos del grupo, Francisco se sentó en su cama con su botella de aguamiel de este año: 1411.

A la madrugadaa Raúl lo despertó el grupo para prepararlo para el día. Primeramente, Raúl quería salir porque el grupo era demasiado lento, pero se dio cuenta de que necesitaba la navegadora para llegar a su destino. De repente, Raúl se quedó. Pero el viaje continuó, y el grupo marchó hacia la Montaña de la Destrucción.

Los de La Llanura de la Tranquilidad no reconocieron que el grupo salió. Sólo estaba preocupados.

A cada paso que debe el grupo, el cielo se oscurecía. El relámpago llenaba el cielo oscuro y las colinas estaban creciendo a la mansión de Dios (si hubiera una mansión de Dios en este país). Por las sombras estuvieron los ojos de animales salvajes, como dos luces en el primer plano de la oscuridad. De cada dirección el grupo oyó los gruñidos, pero nadie sabía de dónde se venían.

Simón murmuró un gimoteo, pero la única persona que pudo oírlo fue Francisco, el borracho.

El grupo siguió por una mitad de las montañas, pero de pronto un animal salvaje se le apareció enfrente del grupo. Simón dio un chillido mientras que Raúl sacó su cuchilla y se preparó para luchar contra el animal. Los dos, hombre y animal, se establecieron en la tierra, los ojos se cerraron con una fuerza sin igual. El animal pareció listo para atacarlo, hasta que Simón empezó a correr y el animal lo persiguió.

- Vámonos – Raúl afirmó.

- ¿Salimos sin Simón? ¿Estás loco? - Juana le preguntó.

Raúl se quedó en silencio y empezó a caminar otra vez. De repente, el grupo lo siguió.

El sol nunca se mostraba durante el viaje por la Montañas de la Destrucción. Sólo estaba lo oscuro. Cuando llegó a la Colina de la Dificultad Angélica empezó a perder su dirección. Ella empezó a decir que su brújula estaba loca y que no funcionaba correctamente. Raúl la tomó y le dijo – sólo un hombre debe usar la tecnología – en realidad, no pensaba cómo usar una brújula; él se la devolvió sin saber que funcionaba perfectamente.

Antes de llegar el grupo a la ciénaga, Angélica fingía que la brújula estaba rota. En ese momento, Raúl no quería mirarla porque, en su mente, sabía que no entendía nada de cómo funcionar una brújula. Entonces, la tomó Angélica con él mientras que Francisco y Juana se fueron a otra dirección para buscar el camino correcto. Afortunadamente, Raúl se caminó el camino que se dirigía a la ciénaga, y cuando la encontraron los dos, Angélica lo empujó en la ciénaga. Raúl estaba suplicándole en la ciénaga, pero los cuerpos muertos se reanimaron y lo tomó en el agua para siempre. Por fin, Angélica se rió y se fue para encontrar a Juana y Francisco.

Cuando se encontraron, las tres decidieron que querían regresar a La Llanura de Tranquilidad para pasar un tiempo cómodos. Juana estuvo de acuerdo y Francisco igualmente. Y sin quejas ni gemidos, el grupo se fue a la Llanura de Tranquilidad donde pasó el tiempo tan cómodos hasta los últimos días de sus vidas.

FIN

Escritura creativa número 4

Un viaje a mi casa

Cuando estaba en el colegio tenía un vecino un año menor. Era un hombre muy leal y pasábamos mucho tiempo junto. Sin embargo, había una vez faltó el autobús que tomábamos a nuestras casas. Mi madre siempre me decía que nunca debía caminar a la casa del colegio. No obstante, con mi vecino y compañero Cameron, caminamos de nuestras casas al colegio.

Había muchos obstáculos. El primer obstáculo era la calle. Mi madre me decía que la más peligrosa parte del camino a la casa era la calle. Había muchos coches que manejaban por las calles con una velocidad de 45 millas por hora. Pero fuimos por la calle para llegar al otro lado en una zona residencial. Ese estrecho fue lo más fácil de cruzar. Sólo necesitamos caminar en la calle que tuvo dos coches manejándose. También, no tenía miedo de los ladrones ni los asesinos porque hacía sol y había muchas casas que nos rodeaban. Pero el obstáculo que me daba miedo era el bosque.

El bosque se situaba al lado de la playa. Todavía no entiendo por qué hay una playa allí, porque el agua no es agua dulce, es muy grotesca con muchas malas hierbas y un bosque que al lado y una zona residencial, pero, quizás, la razón sea a causa de la zona residencial. Sin embargo, cruzamos la playa y encontramos el bosque. El bosque tenía mucha agua y demasiado barro. En la mitad del bosque había una valla que se debíamos saltar. En este momento decidimos que debíamos subirla. La decisión fue lo que tenía más razón porque al otro lado había menos barro. Sin embargo, después de la valla se situaba el laberinto.

El laberinto estaba compuesto de tablones en el agua que se extendieron a diferentes extremos del bosque. Si tomamos el camino incorrecto, necesitábamos volver sobre nuestros pasos. Lo bueno fue que había un escultista. Sabía las direcciones de norte, este, oeste y sur. Había muchas veces en que tenía miedo de perderme, pero encontrábamos el lugar en el fin. Cuando salimos del bosque, nos encontramos en otra zona residencial. Antes de dar muchos pasos por otra calle, estuvimos en la casa de Cameron. Cuando llegamos, pude decir adiós a mi amigo y mi compañero de viaje.

Regresé a mi casa solo, con mis pensamientos. Mi madre todavía estaba en su trabajo y mi padre también. Pero, mi viaje significó la primera vez que hice algo yo mismo. Fue la primera vez que rechacé el aviso de mi madre. Y ese viaje fue la primera vez que pude ser hombre.

Reflexion 1

Las dos viajeras argentinas

¿Por qué la mirada del hombre parece como la voz del mundo? En los textos de las viajeras, Florence Dixie y Lina Beck-Bernard, tratan de arreglar la mirada para dar voz a las mujeres – las mujeres que no tenían una voz bajo la mirada de los hombres. Dixie y Beck-Bernard llegan sus propios países con las perspectivas de mujeres, como si ellas hubieran pensado que hay demasiadas miradas viriles. Y es así. Durante sus viajes, los hombres siempre han buscado la fama, el dinero, y en sus propias miradas han visto a los otros hombres indígenas como las voces de la comunidad. Pero la meta de las dos es mostrar que las mujeres tienen sus propios lugares en el mundo, que tienen poder y placer. Se puede decir que la meta de las dos es encontrar una “feminotopía” (Pratt 166) para las mujeres indígenas (o criollas). Según Mary Louise Pratt, la feminotopía se representa como “episodes that present idealized worlds of female autonomy, empowerment, and pleasure” (167). En los textos de Dixie y Beck-Bernard, no hay autonomía, pero hay casos del poder y placer en las vidas de las mujeres. Entonces, es posible que la meta de las dos autoras sea dar la voz a las mujeres para darles más poder y más placer. Cuando las autores puedan dar la voz a las mujeres la feminotopía se da en presencia en el espacio del texto, pero no en la realidad.

La mirada de Dixie es una que da voz a las mujeres indígenas en la Patagonia. Claro, Dixie, con su mirada colonizada, representa a las mujeres como salvajes pero, a pesar de esto, Dixie todavía les da su propia voz. En primer paso Dixie dice que al llegar al campamento indígena, “había hombres y mujeres que observaban” (116). Lo más importante es la referencia a las mujeres al lado de los hombres. Dixie no sólo dice que había hombres, sino también había mujeres que tienen el poder para establecerse al lado de los hombres. Para Dixie, los hombres y las mujeres están juntos y son iguales en el espacio del texto. Además, Dixie describe a las mujeres así como describe a los hombres. Su comparación entre el hombre y la mujer es igual también. Se refiere a los hombres cuando dice, “yo podía observar su apariencia general” (118) y sigue con una descripción de las mujeres: “Las mujeres eran en su mayoría una estatura de estatura mediana” (118). Luego Dixie explica la ropa de los indígenas y entonces ella describe enfoca a la ropa de la mujer “como los hombres, pero no usan chiripá; en su lugar llevan una especie de bata amplia bajo la capa de guanaco que se atan al cuellos con un broche de plata (119). El vestido de las mujeres es muy diferente al de los hombres y es evidente que el texto quiere especificarlo. Por eso, es muy importante que Dixie les dé un espacio a las mujeres para apoyar su propio poder. Y es el poder de las mujeres que hace el texto uno de la feminotopía.

Además, la lengua de Dixie se hace muy igual con respecto a las mujeres como las yuxtaposiciones de los hombres. Si explica a los hombres, explica a las mujeres igualmente. Dice “los hombres están maldecidos o bendecidos por ese espíritu indolente. Las mujeres son trabajadoras incansables” (119). Pero sigue esta cita con más de una explicación de la mujer: “Cuando no están ocupadas en el trabajo ordinario de la casa, hacen capas de guanaco, tejen cintas y vinchas multicolores para el pelo y moldean herramientas y utensilios de plata” (119). Claro, las actividades de las mujeres no son actividades de poder, pero la presencia de las mujeres en el texto les da más poder que a los hombres. La voz de las mujeres es poderosa en comparación con la del hombre. Sí, es un paso pequeño, pero la mujer de la feminotopía necesita avanzar lentamente de la roca que es el hombre. Y porque la feminotopía no es una gran parte de la cultura, se parece como una esperanza en la escritura de Dixie más que una realidad. Sin embargo, la idea de feminotopía en el texto (y en la mente de Dixie) es ubicua. Por ejemplo, Dixie les racionaliza las vidas de las mujeres cuando dice:

aunque son tratadas injustamente en cuestiones de trabajo, las mujeres no pueden quejarse de ninguna manera de la devoción que les muestran sus hombres. Los matrimonios son ocasiones sumamente solemnes y el lazo matrimonial es muy respetado. Marido y mujer se muestran mucho afecto en público, y ambos adoran a sus hijos y los malcrían a gusto (119)

Tomando esta cita en consideración, Dixie quiere realizarse el lugar de las mujeres en el mundo de los hombres. La cita da ejemplo al consuelo que los hombres les da – por su trabajo, los hombres son leales y les cuidan los hijos. Además, los hombres no tienen la vergüenza de estar con sus esposas. La ausencia de vergüenza parece que el hombre trata a la mujer como su igual cuando “muestran mucho afecto en público,” o sea, en público, la mujer no es una cosa al hombre, pero es un alma y una persona que puede respirar y interactuar con él. Otra vez, la mujer tiene más placer, y es otro paso hacia una feminotopía.

En el texto de Beck-Bernard, su opinión es igual. Quiere que la mujer criolla tenga su propia voz. El texto es dedicado a las mujeres: es una explicación de sus vidas, de sus educaciones; de sus vestidos y de sus días típicos. Lo explica, “la mujer criolla se levanta muy temprano para asistir a misa y aprovechar el aire fresco” (66). Además, explica sus vidas durante el 25 de mayo, o sea, “el aniversario de la emancipación argentina” (70). Beck-Bernard obsesiona sobre la belleza de las mujeres (71) y sus propios vestidos. También, acentúa las “mujeres viejas” (65). Dice, “sentadas en la veranda, lían sobre sus rodillas hojas de ese tobaco dorado... hacen enormes cigarros y se ponen a fumar” (65). La imagen es una que es muy común a lo que dice Flora Tristán en el ensayo de Pratt, “They come and go as they please, keep their names after marriage, wear men's jewelry, gamble, smoke...” (187). Las mujeres en el texto de Beck-Bernard están muy lejos, no se preocupan de la tarea habitual y, además, fuman los cigarros. Por los temas de las mujeres como individuos, Beck-Bernard le da voz a las mujeres para darles el poder que se atribuya a la feminotopía.

Sin embargo, hay un contraste entre mujeres libres (las que pueden fumar el cigarro) y las mujeres de la religión que son esclavas de los líderes (hombres poderosos) de la iglesia. Beck-Bernard explica un pasaje sobre una mujer “pobrísima” (75) que explica a que los sacerdotes “les disgustan a causa de sus riquezas” (75). La mujer pide al sacerdote ayuda, pero el sacerdote “luego cerrando sus dos manos con fuerza” (75). En los casos de la religión, no hay feminotopía. Los sacerdotes son hombres que se agradan si hay una mujer muy pobre. Le dan el dinero, se agradan en el dinero, y las mujeres caen como víctimas frente de los sacerdotes. Pero la comparación entre las mujeres libres y las religiosas se sirve como una yuxtaposición muy importante. La vida de las mujeres libres, las que pueden asistir los festivales y las que pueden fumar los cigarros, están más cerca de una feminotopía con su poder y placer – y en este texto una insinuación de autonomía. Pero la religiosas son marionetas en las manos de los hombres poderosos. Las mujeres libres pueden vivir en el aire libre, mientras que las religiosas esperan para la mano graciosa de los hombres. Esta yuxtaposición trabaja para exponer que hay varias mujeres que tienen una vida más igual con la vida de la feminotopía.

Por fin, Dixie y Beck-Bernard ofrecer voz prominente a las mujeres, y a causa de esto, ellas crean una feminotopía en sus propios textos. Sin embargo, las dos autoras no pueden encontrar una feminotopía pura en la vida real. Dixie puede exponer las vidas de las mujeres indígenas y crea una feminotopía en su texto. Por otro lado, Beck-Bernard tiene más éxito en su trabajo. Beck-Bernard puede encontrar las mujeres más libres, y ellas están meas cerca de una feminotopía. Esto estás más apoyado con las religiosas que están situados en las manos de los sacerdotes (hombres poderosos). Tienen la meta de robar el dinero de las mujeres y las mantienen pobres. Es paradójico que las mujeres sean subordinadas durante este tiempo. Los hombres no tienen razón con su mirada injustificada. Sin embargo, gracias a Dixie y Beck-Bernard, las mujeres empezaron con unas voces pequeñas y, hoy en día, las voces han tenido el tiempo de crecer. Ojalá que las voces puedan quedarse en crecimiento.