Wednesday, April 28, 2010

Escritura creativa número 4

Un viaje a mi casa

Cuando estaba en el colegio tenía un vecino un año menor. Era un hombre muy leal y pasábamos mucho tiempo junto. Sin embargo, había una vez faltó el autobús que tomábamos a nuestras casas. Mi madre siempre me decía que nunca debía caminar a la casa del colegio. No obstante, con mi vecino y compañero Cameron, caminamos de nuestras casas al colegio.

Había muchos obstáculos. El primer obstáculo era la calle. Mi madre me decía que la más peligrosa parte del camino a la casa era la calle. Había muchos coches que manejaban por las calles con una velocidad de 45 millas por hora. Pero fuimos por la calle para llegar al otro lado en una zona residencial. Ese estrecho fue lo más fácil de cruzar. Sólo necesitamos caminar en la calle que tuvo dos coches manejándose. También, no tenía miedo de los ladrones ni los asesinos porque hacía sol y había muchas casas que nos rodeaban. Pero el obstáculo que me daba miedo era el bosque.

El bosque se situaba al lado de la playa. Todavía no entiendo por qué hay una playa allí, porque el agua no es agua dulce, es muy grotesca con muchas malas hierbas y un bosque que al lado y una zona residencial, pero, quizás, la razón sea a causa de la zona residencial. Sin embargo, cruzamos la playa y encontramos el bosque. El bosque tenía mucha agua y demasiado barro. En la mitad del bosque había una valla que se debíamos saltar. En este momento decidimos que debíamos subirla. La decisión fue lo que tenía más razón porque al otro lado había menos barro. Sin embargo, después de la valla se situaba el laberinto.

El laberinto estaba compuesto de tablones en el agua que se extendieron a diferentes extremos del bosque. Si tomamos el camino incorrecto, necesitábamos volver sobre nuestros pasos. Lo bueno fue que había un escultista. Sabía las direcciones de norte, este, oeste y sur. Había muchas veces en que tenía miedo de perderme, pero encontrábamos el lugar en el fin. Cuando salimos del bosque, nos encontramos en otra zona residencial. Antes de dar muchos pasos por otra calle, estuvimos en la casa de Cameron. Cuando llegamos, pude decir adiós a mi amigo y mi compañero de viaje.

Regresé a mi casa solo, con mis pensamientos. Mi madre todavía estaba en su trabajo y mi padre también. Pero, mi viaje significó la primera vez que hice algo yo mismo. Fue la primera vez que rechacé el aviso de mi madre. Y ese viaje fue la primera vez que pude ser hombre.

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