Sunday, April 25, 2010

Día 7

Tell the white man that we will not do him any harm...

Tell him to go back to his house and leave us alone

- Chinua Achebe (Things Fall Apart)

En el séptimo día, Dios descansó.

El séptimo día fue un día de descanso. Nos quedamos en el Hotel Barceló por unas horas, y cuando regresamos al otro hotel de Managua, nos quedamos allí durante toda la noche. Comimos allí, jugamos allí y dormimos allí. Fue muy extraño que pasábamos una noche sin el alcohol... y sin Francisco. Después de la noche de miedo, no podíamos pasar el tiempo con Francisco.

Mi tiempo en el Hotel Barceló fue muy difícil y quería usar mi tiempo de descanso para reflejar sobre el hotel. Me recodaba de unas ideas de Mary Louise Pratt en “Imperial Eyes: Travel Writing and Trasculture.” En su ensayo menciona un término que se llama “capitalist vanguard” (148) o la idea de que los viajeros durante el siglo XIX querían buscar los países que podían producir los materiales crudos. Todo era por las ganancias económicas. Louise Pratt lo explica mejor cuando dice:

Unlike explorers and naturalists, these travelers of the 1820s did not write up realities they took for new; they did not present themselves as discoverers of a primal world; the bits of nature they collected were samples of raw materials, not pieces of Nature's cosmic design... Indded, Spanish-American is mainly encoded in this literature as logistical obstacles to the forward movement of Europeans (148)

El Hotel Barceló fue uno de los movimientos financieros de los europeos. Superponen un pedazo de la civilización, lo que crea un espejismo que la tierra de Nicaragua es salvaje en comparación con el hotel. Los de Nicaragua llegan a ser los sirvientes a los blancos como los “Andean silleteros carrying a European across the cordillera on his back” (154). Los de Países del Tercer Mundo se rompen las espaldas para la llegada advenimiento de los europeos.

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